viernes, diciembre 13, 2002

hasta parece mentira. la burocracia ha llegado a mi cama. mi novia me ha puesto un curfew. un pinche toque de queda, pues. si no se coge para las doce aquí, mejor ya no se coge.

y luego agrega y dice: "me estás matando, cabrón"...

ja... contrario a lo que el resto podría pensar, no lo dice porque sea muy seguido o porque dure eternidades (aunque tampoco creo que haya muchas quejas en ese departamento, anyway). el chiste es que siempre tengo trabajo atrasado y luego encima me aventé el rollito de hacer actualizaciones diarias a esta madre, que casi siempre me dejan libre después de las 12... como a la 1, cuando ella ya duerme la mona. y luego me acuesto. todo calientito adentro. el roce de piel. es natural. me pongo cachondo y comienzo a acariciarla y ella toda dormida, como que quiere responder y le meto las manos y por fin cede y tenemos sexo de ultratumba. o más bien de ultraensueño. y ese casi no lo disfruto, porque ella no pone de su parte y nomás me dice cada dos minutos: "no me calientes", "vente ya"... parece que lo hago adrede, pero me da por follármela más rico, es como una prueba personal. un test para ver si puedo levantar muertas. sus jadeos se escuchan adormilados. sus caricias son torpes. sus ojitos siempre cerrados...

y luego me da por hacerme el gracioso y comienzo a decirle pendejada que escucho durante el día... lo más naco en mi repertorio... "dame quesito", "agárrame la salchicha zwan", "devórame", etcétera.

todo por no caer en la monotonía.