lunes, diciembre 09, 2002

pues resulta que hoy me despertó mi celular. olvidé dejarlo en vibrador, mierda.

para contestar, hay que seguir un ritual: ver quien es. esperar a que la modorra se disipe y tomar un buen de aire antes de decir el primer "bueno" del día. mi cel no tiene identificador. me aventé un "bueno" de antología. de esas voces cachondonas que regularmente no me salen tan seguido como quisiera. la voz no la reconocí, pero en cuanto comenzó a decir como consiguió mi número, todo volvió a tomar forma.

me dice: "es extraño, pero yo sé tu nombre por una tarjeta que me diste, y estoy segura que no sabes cómo me llamo yo... nos conocimos hace cosa de una semana, veníamos por el expressway..."...

ja. si, claro. digo, no creas que ando entregando tarjetas a lo pendejo. sé quien eres. aunque también estás en lo correcto. no sé cómo te llamas.

"no iba a llamar", clásico, pensé. las mujeres nunca son busconas. calientes sí, pero busconas no, "pero hoy me encontré tu tarjeta entre las cosas de mi bolsa..."

simón.

el chiste es que una hora y media más tarde estabamos comiendo en burgerking. iba bien bonita con su trajecito sastre y su cabellito rubio hecho bolita con una mariposa negra. el peinado ese de fodonga que tanto me encanta. poco maquillaje, pero cumplidor. tiene sonrisa bonita, y se lo dije, ni parece que tenga 28 años. comimos rápido y platicamos poco. la neta, no tenía nada qué decirle. le quería agarrar la pierna, y apretarle el muslo, pero no tenía nada qué contarle. ella sí, me platicó de su marido y yo pretendí escucharla, pero le estaba viendo la cara. tiene un airecito a megryan, y yo acá, buscándole un pinche defecto. algo que me diera un pretexto para no sé qué. me dijo que ha estado escuchando mi programa de radio. y que le gusta mi voz y esas mamadas. yo la neta tenía ganas de decirle cosas bonitas. quería decirle que me gustaba y la neta sí me la quiero tirar, pero nada. eso sí, hubo erección, lo cual nunca es mala señal.

"¿ya quieres sabes mi nombre?", me preguntó cuando estaba hundiendo una papa en la catsup con pimienta. me dieron ganas de decirle que no. nomás de cagapalos. pero sé que no me lo iba a perdonar yo mismo. así que le dije si, mientras le echaba mas pimienta a mis papas —cosa que no era necesaria, pero a veces necesito traer un prop en la mano. me lo dijo, y o lo dijo muy rápido o no estaba poniendo atención, que le tuve que pedir que lo repitiera. me miró y me dijo que si siempre era así de mamón. le dije, no, nomás cuando hace frío y se río y agarro mi mano. "me llamo lily". todavía le pregunté o sea, "lily", o "liliana" o "liliputh".

"lily a secas".

bien, lily a secas. si no estuviera lleno este burgerking te haría mañas en la mesa. ella se río otra vez —es una risa que igual en otro contexto puede resultar escandalosa— y tumbo mi dr. pepper. ese fue el cue para salir y subirnos a su carro. me vino a dejar a mi depa y nos dimos unos kikos con el motor encendido. ella entraba a trabajar en 3 minutos. le pregunté por el marido y me dice que está trabajando. "¿qué hace?", "sistemas en una agencia aduanal". típico. pinches nerds están siempre muy ocupados. y yo con tanto tiempo libre.

"¿qué piensas de mi?", me preguntó. respiré hondo y profundo. ¿qué querría escuchar? de seguro quiere que le diga, nombre, esto es normal. es normal que te aburras. es normal que quieras divertirte, es normal que quieras probar otras vergas, es normal que te guste la aventura, es normal incluso que tu maridito esté haciendo lo mismo en estos instantes, es normal... pienso que eres una chava muy bonita, cachonda, con buen cuerpo —y desperdiciado, por lo que veo— y no, no creo que seas una puta.

"no entiendo tu pregunta", le dije.

"nunca he hecho esto", dice. y pues me da por hacerle al pendejo: "o sea, nunca has pichoneado en un carro"... ella explica que se siente confundida que le gusto, que soy un mamón —¿por qué insiste? eso ya lo sé—, que quiere mucho a su esposo, pero que se siente sola... abrí la puerta del carro y la miré a los ojos. "aquí vivo... y como a estas horas, no hay nadie". me acerqué nos dimos otro beso, hubo lengua y toda la cosa. puse mi mano adentro de su falda. caliente y humeda. en su punto. la miré y le pregunté: "¿mañana o qué?" ella quería hablar, pero se miraba como ausente, parpadeaba lento. saqué mi mano de su falda y asintió.

bueno, nos vemos mañana, lily a secas. "y la neta", esto fue lo que mas trabajo me costó decir, "no pensé que fueras a llamar", pero fue al parecer lo que más le gustó escuchar, porque me regaló una sonrisa que aún no olvido. entré a mi depa y ella se fue mirándose al espejo, retocando su maquillaje, volviendo poco a poco a la rutina. me senté en la compu con todo y mi erección. ahora procederé a quitarme ese pendiente...