jueves, enero 09, 2003

estoy sentado en una mesa junto a la barra en applebee’s. lily regresa del baño y sonríe con esos labios gruesos y jugosos al ver que su capuchino ya está servido. se ve bien. trae unos pantalones ck muy ajustados y una blusa negra que en letras blancas dice: “men are boys”, pero el “boys” está tachado y en su lugar está la palabra “toys”, su pelo rojo y lacio luce impecable y el olor que despide me está calentando. la siento tan limpia que casi creo que podría pasar mi lengua por todo su cuerpo sin probar sal y me acuerdo que no estaba así de buena cuando se acostaba conmigo. es posible que se haya operado las tetas, pero no lo pregunto. la música de ambiente me llega tarde y alguien parece cantar algo así como let love be your energy, pero no lo descubro hasta que lily me lo comenta, y en el diálogo también me hace ver que es robbie williams, pero yo no le pregunté eso.

—¿sigues escribiendo? —curioseo por hacer plática.

—sí. de hecho fui a méxico a dejar mi libro a tierra adentro. está en dictamen.

—¿en serio? —digo y aunque no sé qué chingados es “tierradentro”, estoy seguro que por mi expresión ella cree que sí.

lily toma un poco de capuchino y yo hago a un lado el expreso. enciendo un marlboro light y luego de sacar el humo, hago como que veo el partido de soccer en la televisión y aunque desconozco a los equipos, pretendo alegrarme cuando el equipo anaranjado mete gol. ella por fin se desespera y me pregunta qué he hecho y mientras la escucho hablar me la imagino cogiendo conmigo.

—nada —respondo sin gran entusiasmo—. ya sabes, la agencia aduanal, sexo, mentiras y video.

—¿sigues esperando a que muera el viejo?

—y me herede hasta el último centavo.

lily juega con el popote y la crema batida de su capuchino. el equipo anaranjado mete otro gol y ahora finjo que me duele eso. ella igual no lo nota.

—¿quieres tener sexo? —ataco como si fuera lo más natural.

ella tiene la vista clavada a la copa, mira la bebida como si dentro flotara una respuesta. mueve el popote entre el capuchino y después lo saca para limpiarlo con la lengua. entonces sonríe.


—fragmento del cuento "algo se ha perdido"
de mi libro "frontera pop"...