estoy sentado en una mesa junto a la barra en applebee’s. lily regresa del baño y sonríe con esos labios gruesos y jugosos al ver que su capuchino ya está servido. se ve bien. trae unos pantalones ck muy ajustados y una blusa negra que en letras blancas dice: “men are boys”, pero el “boys” está tachado y en su lugar está la palabra “toys”, su pelo rojo y lacio luce impecable y el olor que despide me está calentando. la siento tan limpia que casi creo que podría pasar mi lengua por todo su cuerpo sin probar sal y me acuerdo que no estaba así de buena cuando se acostaba conmigo. es posible que se haya operado las tetas, pero no lo pregunto. la música de ambiente me llega tarde y alguien parece cantar algo así como let love be your energy, pero no lo descubro hasta que lily me lo comenta, y en el diálogo también me hace ver que es robbie williams, pero yo no le pregunté eso.
—¿sigues escribiendo? —curioseo por hacer plática.
—sí. de hecho fui a méxico a dejar mi libro a tierra adentro. está en dictamen.
—¿en serio? —digo y aunque no sé qué chingados es “tierradentro”, estoy seguro que por mi expresión ella cree que sí.
lily toma un poco de capuchino y yo hago a un lado el expreso. enciendo un marlboro light y luego de sacar el humo, hago como que veo el partido de soccer en la televisión y aunque desconozco a los equipos, pretendo alegrarme cuando el equipo anaranjado mete gol. ella por fin se desespera y me pregunta qué he hecho y mientras la escucho hablar me la imagino cogiendo conmigo.
—nada —respondo sin gran entusiasmo—. ya sabes, la agencia aduanal, sexo, mentiras y video.
—¿sigues esperando a que muera el viejo?
—y me herede hasta el último centavo.
lily juega con el popote y la crema batida de su capuchino. el equipo anaranjado mete otro gol y ahora finjo que me duele eso. ella igual no lo nota.
—¿quieres tener sexo? —ataco como si fuera lo más natural.
ella tiene la vista clavada a la copa, mira la bebida como si dentro flotara una respuesta. mueve el popote entre el capuchino y después lo saca para limpiarlo con la lengua. entonces sonríe.
—fragmento del cuento "algo se ha perdido"
de mi libro "frontera pop"...
—¿sigues escribiendo? —curioseo por hacer plática.
—sí. de hecho fui a méxico a dejar mi libro a tierra adentro. está en dictamen.
—¿en serio? —digo y aunque no sé qué chingados es “tierradentro”, estoy seguro que por mi expresión ella cree que sí.
lily toma un poco de capuchino y yo hago a un lado el expreso. enciendo un marlboro light y luego de sacar el humo, hago como que veo el partido de soccer en la televisión y aunque desconozco a los equipos, pretendo alegrarme cuando el equipo anaranjado mete gol. ella por fin se desespera y me pregunta qué he hecho y mientras la escucho hablar me la imagino cogiendo conmigo.
—nada —respondo sin gran entusiasmo—. ya sabes, la agencia aduanal, sexo, mentiras y video.
—¿sigues esperando a que muera el viejo?
—y me herede hasta el último centavo.
lily juega con el popote y la crema batida de su capuchino. el equipo anaranjado mete otro gol y ahora finjo que me duele eso. ella igual no lo nota.
—¿quieres tener sexo? —ataco como si fuera lo más natural.
ella tiene la vista clavada a la copa, mira la bebida como si dentro flotara una respuesta. mueve el popote entre el capuchino y después lo saca para limpiarlo con la lengua. entonces sonríe.
—fragmento del cuento "algo se ha perdido"
de mi libro "frontera pop"...
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