miércoles, enero 08, 2003

cuando iba al mandado con mi hija solía decirle "no me digas papá, nadja. aquí dime tío.." debo aclarar que este truco se lo aprendí a beto, el único primo con el que tengo contacto y que suele llevar mi contabilidad. me daba risa cuando se lo escucha decir. como un día que le pregunté, "oye... ¿a quién sacó el pelo rizado tu hija?", sabiendo que su esposa tiene el cabello lacio. "a su papá", respondió. y yo repliqué: "no seas mamón, tú también tienes el pelo lacio". "por eso", agregó, "a su papá". ¡plop!

le decía a nadja, "dime tío". y ella se reía, y cumplía su palabra. cuando pasaba junto a una chava bonita, escuchaba de fondo "tío, me compras esto", y yo decía: "claro, eres mi sobrina favorita. cuando tenga hijos, me gustarìa tener una niña tan linda como tú. ¿quieres que te prepare una de esas pastas que tan bien me salen? pero antes tengo que entregar las peliculas de julia roberts que renté." y echaba el rompecabezas al carrito, para dos anaqueles después sacarlo. era nomás para impresionar a la chava, pero eso no le gustaba mucho a nadja.

en esas tiendas, es habitual ver niños llorando. eso siempre me ha molestado. mucho más cuando es en el cine, pero eso del escuincle llorando en soriana, gigante, h.e.b. es clásico. ¿y por qué lloran? porque el imbécil perdió a su mamá. ¿por qué no hacen caso cuando se les dice no te alejes mucho? son como esos cachorros que uno ve en el animal planet, pero con menos gracia. pendejean y hacen gracias con las cuales las mujeres se ríen. yo no soporto a los niños, sólo a mi hija y eso porque es mía. digo, puedo verlos, pero no me pidan cargarlos o hacerles cariñitos, qué no me nace (aunque debo decir que esta regla no aplica con mi sobrina ivanna. esa niña siempre se está riendo y eso me gusta).

pero a veces disfruto el hecho de ver niños sentirse desamparados, como esos que lloran. antes solía acercarme a ellos, para decirles al oído, "ey, tu mamá se fue, la acabo de ver salir corriendo. deveras debiste molestarla mucho. la escuché decir: 'lo único que me faltaba, era tener un güerco llorón'. y les daba 5 pesos para el camión. unos lloraban más fuerte, se tiraban al piso y toda la cosa. uno que otro me miraba con miedo, luego contemplaba la moneda un rato y lo veía mientras se encaminaba a la puerta de salida. me divertía con sólo imaginarme a la madre en unos minutos. nunca tuve la suerte de observar a una histérica.

maybe next time, darling. maybe next time.

credits roll.