jueves, diciembre 26, 2002

el desmadre de los blogs es raro. saca de onda. obvio, casi todos aprendemos de la pendejada. cambiamos algo al código de programación, y esperamos no haberla cagado más. no hay instructivos, y aunque rafadro prometió hacer su bloggin' for dummies, eso sigue sin aparecer.

esto es como un rompecabezas. entras a varios blogs, y te da risa ver que lo que mostraba la portada no se parece a lo que te recibe. unos tienen el tag en las patas, otros arriba en la cabeza, otros más, astutos, hacen otro blog sólo para el tag. ja... ejemplos hay varios. por ahí dicen que el blog refleja la personalidad de quien lo hace. ¿será?

por angas o mangas, a mi me da miedo cuando alguien me dice "ayúdame", "te doy mi password"... es como si me dijeran, aquí está la llave de mi casa, entra y arréglala. ¿cómo evitar una vez dentro, no ir al cuarto principal y acostarte en la cama? ¿cómo quitarte las ganas de abrir cajones (en caso de que se amujer) y sacar las braguitas y olerlas? ¿cómo evitar —en el claro recuerdo tenebroso de robin williams en one-hour photo— ir al baño y tirar el cake?

además, estar adentro de un blog que no es el tuyo, es como estar tras bambalinas de un show que disfrutas. la magia termina. estás leyendo las palabras publicadas, pero sin el formato. sin la forma. te das cuenta que detrás, hay solo maderas. por enfrente ves una pared de ladrillo, detrás es una madera sin pintar.

cuando me dicen que entre a checar el código de programación, me da miedo. sé que ya le estuvieron intentando y ha de haber un mugrero impresionante que limpiar. qué personalidad ni qué chingados, es como el culo. hay personas que se preocupan por tenerlo limpio. pero luego también hay gente que como nadie se los anda viendo, pues le vale, y hasta se limpian de atrás hacia adelante. acuérdate entonces, si el blog es tu personalidad, tu fachada, el códico es tu culo. procúralo. limpialo, y por favor, no dejes entrar a cualquiera.