ayer fue un día extraño. íbamos a tocar. por última vez. the last splash. el aliento final de "lolita"... nada. tantas cosas en contra.
nos consiguieron un baterista de último momento. buen baterista. mal momento. las condiciones siempre fueron adversas. un día era muy poco tiempo para acoplarnos. llegado el momento, los organizadores no contaban con el equipo prometido. uno de nuestros guitarritas llegaba tarde, mientras el otro se caía de sueño de una desvelada anterior. neto plascencia (el baterista que nos estaba haciendo el paro y dueño de "el escarabajo") estaba molesto por la falta de coordinación —aunque creo que el hecho de haberlo despertado en sábado a las 7 de la mañana también tenía implicación. letth quería matar a la delegada. ozzito y yo tuvimos que pedirle que mejor nos dejara "arreglar" el asuntillo. ¿arreglar? los tres decidimos cancelar.
pero al menos, en el camino a casa coincidimos en algo. tal vez era necesario este fin. ahora, a lo que sigue. es necesario desintoxicarnos, y habló en metáfora. lo que hicimos ahí fue quitar el curita de tajo. a veces una buena cachetada desapendeja y previene de futuros bochornos...
anoche mismo, de regreso con letth, no lo sentí tanto como un fracaso. aún a pesar de que queríamos quedarnos en el campamento —de hecho traíamos nuestra casa de campaña y sleeping bags. manejabamos con rumbo a la casa de tatiana (letth's younger sist) y al pasar por un baldío, recordamos que algunos años atrás, por ahí habíamos enterrado a una cachorrita rottweiler que se nos murió. se llamaba "lolita". recuerdo que los cuatro miembros fundadores del grupo asistimos a nuestro improvisado funeral. cavamos un hoyo y la enterramos. estabamos tristes. era una cachorrita hermosa. una noche antes de amanecer tiesa, se la pasó acompañándonos mientras ensayabamos... mientras le echabamos tierra, pensé que sería un buen nombre para la banda. "lolita"... una perra rottweiler con un nombre tan dulce.
anoche en aquel campamento, enterramos nuestra "lolita"... una banda tan problemática con un nombre tan dulce.
nos consiguieron un baterista de último momento. buen baterista. mal momento. las condiciones siempre fueron adversas. un día era muy poco tiempo para acoplarnos. llegado el momento, los organizadores no contaban con el equipo prometido. uno de nuestros guitarritas llegaba tarde, mientras el otro se caía de sueño de una desvelada anterior. neto plascencia (el baterista que nos estaba haciendo el paro y dueño de "el escarabajo") estaba molesto por la falta de coordinación —aunque creo que el hecho de haberlo despertado en sábado a las 7 de la mañana también tenía implicación. letth quería matar a la delegada. ozzito y yo tuvimos que pedirle que mejor nos dejara "arreglar" el asuntillo. ¿arreglar? los tres decidimos cancelar.
pero al menos, en el camino a casa coincidimos en algo. tal vez era necesario este fin. ahora, a lo que sigue. es necesario desintoxicarnos, y habló en metáfora. lo que hicimos ahí fue quitar el curita de tajo. a veces una buena cachetada desapendeja y previene de futuros bochornos...
anoche mismo, de regreso con letth, no lo sentí tanto como un fracaso. aún a pesar de que queríamos quedarnos en el campamento —de hecho traíamos nuestra casa de campaña y sleeping bags. manejabamos con rumbo a la casa de tatiana (letth's younger sist) y al pasar por un baldío, recordamos que algunos años atrás, por ahí habíamos enterrado a una cachorrita rottweiler que se nos murió. se llamaba "lolita". recuerdo que los cuatro miembros fundadores del grupo asistimos a nuestro improvisado funeral. cavamos un hoyo y la enterramos. estabamos tristes. era una cachorrita hermosa. una noche antes de amanecer tiesa, se la pasó acompañándonos mientras ensayabamos... mientras le echabamos tierra, pensé que sería un buen nombre para la banda. "lolita"... una perra rottweiler con un nombre tan dulce.
anoche en aquel campamento, enterramos nuestra "lolita"... una banda tan problemática con un nombre tan dulce.
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