viernes, noviembre 22, 2002

(este post está escrito con sangre y rabia. es personal. si gustan saltarselo, no hay bronca, digo, para no hacerlos pasar un mal rato)

la mayoría de mis amigos, o pseudos amigos son imbéciles. pero de eso nadie tiene la culpa más que yo. ellos se sienten del otro lado siendo así como son.

es momentos como este que me doy cuenta que verdaderos amigos han de ser tres. y dos viven en el lado gringo.

entonces, tendré que reformular el principio: la mayoría de mis conocidos son imbéciles. uno de mis mejores amigos, vincent diría: "es que hay de pendejos a pendejos"... nunca tuvo tanta razón como ahora.

¿a qué viene esto? ahora verás: "resulta que el baterista de 'lolita' (la banda donde dizque yo cantaba) tiene un buen de pretextos —un buen, está en discusión, porque cada vez sus pretextos son más puñeteros que un niño de secundaria—, según era mi amigo. ahora queda claro que no lo era. a un día de el último compromiso de la banda, el señorito tiene una cena con su familia impostergable. o sea, que ni por amistad (en caso de haber algún lugar en su interior donde esta palabra haga eco) puede salirse unas 3 horas a tocar y regresar. claro, como él no fue el que anduvo dando la cara con los organizadores; como él tan sólo es el baterista sin rostro que no quedará mal, es fácil decir 'no puedo' ..."

esto es lo último que aguanto de él. puedo aguantar que me haga de agua mis discos. puedo aguantar que se haga güey cada que se los pido. puedo dejar pasar que no toque tan bien y que la cague a cada rato en los ensayos y luego nos vea con cara de 'yo no fui' mientras pregunta si la volvió a regar y después agrega un 'no hay bronca, ya me la sé, a la otra no pasa', aún sabiendo que el mismo error ha venido sucediendo en el mismo lugar, en la misma rola. puedo soportar su falsa humildad cuando se trata de ser rockstar. puedo aceptar... puedo perdonar... puedo olvidar...

pude... pero esa última estocada fue certera. ya no hay más sangre ... this bull is ready to go... buena faena, héctor. qué buen final le diste al grupo... y a mi, en especial. gracias por todo y nada. mis discos... ¡quédatelos! ya no los quiero... por qué sé que aunque me los devuelvas, no serán todos.

por un momento pensé en no escribir todo esto, pero luego reflexioné y me dije: "no hay bronca. ninguno de mis conocidos lee esto. nunca".