viernes, septiembre 27, 2002

por momentos trato de recuperar el timón de mi día, después me doy cuenta que de todas formas no hay tripulación que salvar, por lo que no vale la pena el intento...

estoy seguro de que ni viendo pulpfiction en estos momentos, recobraría las ganas de decicarme al cine. quizás la magia murió. descubrimos que el conejo siempre estuvo en ese sombrero y la ilusión se perdió.

nuestra existencia es flácida. nuestros penes no deberían serlo.