viernes, septiembre 27, 2002

terminé mi cortometraje y aunque no quedó como yo esperaba, lo mandé al máximo985. si sirve como snack para provocar risas, adelante. no será la primera vez. el chiste es —como dicen los mundialistas que nunca ganan nada— competir.

letth se fue a ver a sus hermanitas, una de ellas cumple años. dios me libre de esas reuniones.

adán, el güey que me ayudó a editar mi cortometraje, se aventó un chorazo sobre por qué debemos saber olvidar las pendejadas que los demás nos hacen. esperé escuchar una disculpa por las pendejadas que me hizó a mi, pero eso jamás llegó. en cambio, pretendió hablarme como si nada. yo le pagué por sus servicios de editor como si nada y, como él dice, a lo que sigue.

grabar quinceañeras sigue siendo un negociazo aquí en neolaredo. se me antojó hacer un cortometraje que suceda en torno a la preparación para una fiesta de esas, que el país entero sepa qué tan ridículos somos aquí. ana se rió una vez que leyó online un periodico de aquí donde la festejada se llamaba "daisy rodríguez"... pero con lo que sufrí con este, lo más seguro es que me dediqué en delante a vender hot-dogs afuera de un antro. ¿o será que sólo tengo hambre?