ah, ya me acordé. esto es excelente. tengo una hermana que se llama maria antonia (me matará el día que lea esto, pero conociéndola, nunca lo hará. es fan de kabah), la onda es que como tiene un nombre horrible (el mismo de su madre), y que uno no se explica cómo los padres pueden a veces ser tan crueles y marcar la vida de sus hijos de esa manera, but anyway, mariantonia decidió cambiarse el nombre. o sea, contratar abogado y todo (ella tiene 18 ahora) para cambiar su nombre al espectacular:

¡mariann tonya!

(risas grabadas)

y el verdadero cambió quedó en... ¿dónde?

isidro, aniceto, petra... es increíble como estos nombres han sobrevivido. definitivamente hay gente que los sigue considerando joyas de la familia. todo un honor llamarte herculano, porque así se llama el bisabuelo (so?). nadie se pone a pensar en que estos niños algún día serán adolescentes. algún día irán a la escuela. algún día pensarán en matar a sus padres por el pinche nombre (y si nos da por invertir esas últimas dos palabras, la oración no pierde sentido).

pancracio, tiburcio. si tienes un nombre horrible, agradécelo a los calendarios. antes se acostumbraba (y se sigue haciendo en regiones donde la civilización aún no llega, como en mi ciudad) bautizar a los escuincles con el santo del día en que nacieron. así llegó eustorgio al árbol genealógico familiar. llegó para quedarse.

conclusión: los padres nunca piensan en las consecuencias de actos inocentes como este.

dos personas viviendo al mismo tiempo con el mismo nombre. como mi hermana y su madre. como mi padre y yo. sólo el apellido materno nos separa, sin embargo, el lazo es bastante obvio. eso puede estar bien si tu padre es importante, pues heredarás todos los privilegios. en cambio, si tu padre es un delincuente, tú suerte está echada.

usar el mismo nombre es como pasarles ya al momento del nacimiento un poco de una personalidad que no les pertenece.

mi padre decidió que era buena idea que me llamara como él. él no es nadie por fortuna. me toca a mi hacer historia.